¿Nace o se hace?

«Encuentros»

 

El ser humano desde siempre ha buscado capturar su realidad y la fotografía es una de las mejores formas de expresión y permanencia, marcando un antes y un después desde su invención. Ahora, en el mundo de la fotografía también podemos tener un parteaguas, en un inicio se capturaba la luz en materiales fotosensibles, ahora se transforma en 0 y 1, la llegada de la fotografía digital es lo de hoy, pero en realidad hay un factor común en cualquiera de las dos vertientes, el fotógrafo detrás de la lente.

 

Con este tema quiero iniciar una nueva aventura, además de compartir mi visión de la realidad a través de la fotografía, escribir sobre ella y lo que la rodea, me llena de emoción.

 

Dicho lo anterior, partamos del hecho de que hoy cualquiera puede decirse «fotógrafo» porque tiene un teléfono móvil o una cámara digital y aunque es indudable que la tecnología abre caminos, acorta distancias y atrapa momentos, estos aparatos por muy sofisticados o sencillos que sean, no hacen la fotografía. Cito aquí a Mike Rapton, un profesional con más de 50 años de experiencia:

 

«Todo el mundo puede tomar fotos, pero para ser un “fotógrafo” es una cuestión totalmente diferente. No necesitas una “buena cámara” para tomar “buenas fotos”, es la persona que toma la foto, no la cámara. Para ser un buen fotógrafo se necesita la habilidad de ser capaz de ver una imagen sin mirar por el visor.»

 

Por esto, podemos entonces decir que, ser realmente un fotógrafo, un hacedor de imágenes, es trabajo del día a día, es aprender a ver más allá de lo evidente, crear la composición con los elementos presentes, los integrantes de un momento que será atrapado y no huye. Un atardecer en Cancún, un fiordo en el fin del mundo, la mirada de un niño en la plaza, el dolor de un hombre en situación de calle, una majestuosa iglesia, una mezquita, un edificio perfectamente ejecutado que alcanza el cielo…

 

Sea cual sea el protagonista de la fotografía, es el ojo del fotógrafo el que capta y captura.

 

Yo estoy cierto de que un fotógrafo «nace y se hace». Se tiene que traer esa sensibilidad y también la disciplina de aprender de los errores que realizas en las tomas, para que no vuelvan a ocurrir, y por lo tanto, mejorar el resultado.

 

Así, puedo concluir que, un buen fotógrafo al estar en el lugar correcto, en el momento preciso con cámara en mano y el ojo abierto para disparar, se permite atrapar la realidad.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *